Neko

Diario de una chica con cicatrices

4/06/2006

La ancianita


Cuándo llegué a este piso era a finales de noviembre, aprox.
Y al 2º día, por la mañana, hice lo que casi todos hacemos, pis.
Eran las siete y media.
Se oían ronquidos.
Era noviembre.
Yo llevaba mi compañero de viajes, encima (para variar) y medio dormido, claro.
La ventana del lavabo estaba abierta, para “airear”, esa sana costumbre que en invierno produce la temperatura ideal, para la criogenización.
Lógicamente, cerré la ventana... , lo hice con cuidado (en serio), a pesar de lo dormida... pero es de esas ventanas de aluminio pequeñajas que... yo que sé cómo van.
Solo sé que salió una de las hojas disparada hacia el patio...
Eran las 7:30 AM...
El estrépito fue tan grande que mi compañero de viajes y yo nos quedamos estáticos con unos ojos que abrimos como platos, de golpe.
Esperé... los ronquidos seguían... ni un alma se asomó por ninguna de las otras ventanas del patio...

Y... claro... ¿qué podía hacer?
Entre el susto y que había quedado el wc a plena vista... me volví a mi sofá, sin hacer pis y me quedé quietecita...
Bueno, fui la “comidilla de la escalera”, que es como “Aquí no hay quién viva” pero en versión gore, digo tercera edad... Entre risillas y que nadie se había enterado de nada hasta las 11 de la mañana... se cambió la ventana y asunto arreglado...
Pues no tan arreglado, desde otra ventana se vio que la ventana del lavabo no estaba “encajada” del todo, o sea que podía volver a salir volando al menor roce (mío por supuesto), por lo que se decidió sabiamente que lo mejor era no tocarla más... por lo tanto como antes de ver ese detalle, estaba abierta para “airear”, se quedó así y sigue así hasta hoy...
El otro detalle es que resulta que con ese “medio abierta” se ve perfectamente la ducha y a cuánto bisho viviente (o no) que decida ducharse... o sea yo.
En fin, pensé, la vecina que tiene tal perspectiva es una ancianita que no se parece a la mamá de Norman Bates, así que no pasa nada...



Hasta hoy, hasta ahora.
Yo, en la ducha, tan tranquila, relajándome con el agua que caía alegremente como la de la experiencia orgánica (orgánica, he disho) y sí, cantando, porque a veces me da por cantar, cutre soy eh, pero lo mío es grave, que casi me falta hacer la coreografía y claro, esta semana estoy con la dichosa canción de Camilo Sesto y en pleno “¡Yo quiero ver, yo quiero ver...” oigo unos gritos:
“- Nenaaaaaaaaaa, nenaaaaaaaaaa, ¡que se te va a gastar la piel de tanto lavarte! ¿qué no sabes que es muy malo ducharse cada día? ¿Pero tanto te ensucias?”
......


Yo ya no oí más, no sé cómo salí de la ducha sin matarme, pero puedo asegurar, que desearía tener a la madre de Norman Bates de vecina...
Eso sí, a la ancianita le va a subir las bolsas, su tía, porque yo jamases eh, que aunque la vea con la lengua fuera... nah, algo le diré, como que así luego se da una buena ducha y se queda nueva... No sé, pero...
¡La que me espera ahora en la escalera!
...
Hoy mejor no salgo de casa... snif.

Posted by Netzark :: 4/06/2006 :: 7 Comments:

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